sábado, 29 de octubre de 2011

Un poema para la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz

Autor: J. Magro

No te canses, Señor, de estar colgado
en el madero de la cruz bendito.
Aunque yo te clavé, te necesito
para nunca olvidar lo que he pecado.

Yo debiera pasar cuanto has pasado
y tengo que sufrir cuando, contrito,
descubra yo el dolor, casi infinito,
al que mi deslealtad te ha condenado.

Permíteme rezar con contrición,
ante la dulce sombra de la cruz,
y ayúdame a alcanzar mi conversión.

Yo necesito abrir mi corazón
para que quede lleno de tu luz
y arrepentido, alcance tu perdón.

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