Por José Ángel Crespo Flor (Cañamelar -Valencia)
Padre, Hijo y Espíritu Santo
tres personas en una sola,
tres momentos en un solo instante
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Domingo de la Santísima Trinidad
domingo que sigue a Pentecostés
y domingo que antecede al tiempo ordinario.
Tres personas, tres personalidades, tres sujetos encerrados en una unidad,
en una misma persona.
Fiesta importante donde las hubiere
esta de la Santísima Trinidad.
Fiesta importante y que marca una gran realidad: la Resurrección de Cristo,
la presencia total de su persona entre nosotros, con nosotros y para nosotros.
Su plena disponibilidad es total
disponibilidad que nos obliga a mantener siempre la esperanza, la ilusión y el estado de ánimo
solo así podremos explicar algo que no tiene explicación
porque si cierto es que Padre, Hijo y Espíritu Santo son tres personas
no menos cierto es que las tres tienen cabida en un mismo sujeto.
Domingo de la Santísima Trinidad, domingo del amor,
fiesta en que confesamos nuestra fe en el Dios Uno y Trino,
la fiesta en la que hacemos nuestro el Amor del Padre por el Hijo,
el Amor del Hijo por el Padre y el Amor entre ambos que es el Espíritu Santo.
Fiesta pues, solemne esta de la Santísima Trinidad.
Mas. La Trinidad es el manantial de la vida cristiana,
es el río que nos proporciona esa agua benefactora y cristalina que tanto bien nos hace
y es ese caudal del que no podemos huir porque en él está la vida y de él dependemos todos.
Domingo de la Santísima Trinidad
Domingo en que honramos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
Domingo que sigue a Pentecostés
y Domingo que es la antesala del Tiempo Ordinario en nuestras Eucaristías.
Todo eso y más es la Santísima Trinidad
la Fiesta del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
tres personas en una sola.
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